El foco de nuestra atención

"Cuando parloteamos acerca de cosas triviales, nos convertimos en seres triviales. Nos convertimos en aquello a lo que le prestamos atención." Epicteto

Admiro el trabajo de los fotógrafos documentales quienes con su lente agudo le dan cara a realidades que consideramos ajenas. Capturan en imágenes los diferentes matices del espíritu humano y convierten a los sujetos de sus obras en nuestros espejos. 

Recuperar la capacidad de ver las cosas desde una perspectiva que rompa el velo de la propaganda y el mercantilismo es recuperar nuestra humanidad. El despertar de nuestro estupor nos permite reconocer lo esencial pero usualmente invisible, aquello de lo que le hablaba el zorro al principito. Cuando lo esencial se convierte en el foco de nuestra atención, nos sentimos conectados a una matriz significativa que posibilita el desarrollo de nuestro proyecto de vida. 

En algún momento, Sebastião Salgado, fotógrafo brasileño, entró en una profunda crisis por haber visto con sus propios ojos las profundidades de la maldad humana, sin embargo, una suerte de epifanía se apoderó de él y lo llevó, de querer abandonar toda esperanza, a querer hacer algo para corregir nuestro foco perceptual por medio de la maravilla y el asombro que actúan como un bálsamo para las almas endurecidas. El proyecto que lo llevó de la oscuridad más abyecta a la renovada esperanza se llama Génesis y con él cierra el imprescindible documental La Sal de la Tierra. 

Un ejercicio útil, me parece a mí, es revisar de qué manera nuestra atención fluctúa durante el día para así saber si la banalidad se está convirtiendo en un parásito que amaina el fuego de nuestro corazón. Si es así, debemos poner la casa en orden para unirnos nuevamente al pulso de la vida y vivir con sentido con todos los sentidos.